El grupo de 'Ingeniería rural' de la Universidad de Almería desarrolla un exhaustivo estudio sobre los procesos y materiales utilizados en la producción de textiles destinados a la agricultura. Un trabajo a partir del que surge el proyecto 'Desarrollo de nuevos materiales de protección para invernaderos'. Una investigación cuya última finalidad es la obtención de tejidos como método de defensa para los cultivos. Las mallas anti-insectos son superficies que se colocan en las aberturas destinadas a la ventilación de los invernaderos. De modo que por el diminuto tamaño de las aberturas es capaz de evitar la entrada de una enorme gama de insectos plaga que dañan las plantaciones. Así las mallas son una alternativa a los pesticidas respetuosa con el medioambiente. Cuanto más pequeños son los poros del tejido y más seguridad ofrece ante la entrada de insectos, menor es la cantidad de aire que se renueva en el invernadero. Un proceso que presenta graves problemas de ventilación que aumentan la temperatura en verano y la humedad durante el invierno. Para evitar las desventajas de este tipo de protección el grupo de 'Ingeniería rural' de la Universidad de Almería (UAL) dirigido por el profesor, Diego Luis Valera, pretende en este proyecto PROFIT conseguir una modalidad textil cuyos poros tengan un tamaño menor al de los insectos más peligrosos para los cultivos y que, además, presente un alto valor de porosidad para procurar una ventilación óptima. También, en el proyecto se contempla la necesidad de una sustancial mejora en el proceso de fabricación que asegure la uniformidad en las mallas anti-insectos para garantizar la eficacia de este sistema de protección frente a plagas y enfermedades víricas.