Científicos de la Universidad de Córdoba iniciarán un estudio para obtener cultivos de judía donde se optimicen tanto la asimilación del nitrógeno atmosférico como la tolerancia al déficit hídrico. Se trata de un proyecto subvencionado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa con 349500 euros. Los investigadores han comprobado que la fijación de nitrógeno en los nódulos se reduce drásticamente en condiciones de sequía. Esta fijación se convierte en el proceso más sensible al déficit hídrico. Es la primera consecuencia de la sequía que se detecta, antes que cualquier otro proceso fisiológico de las plantas. Además de las consecuencias para el vegetal, la disminución de la sensibilidad en la fijación de nitrógeno al déficit hídrico tiene beneficios económicos y ecológicos, ya que se reducen las necesidades de irrigación y fertilización por nitratos. Las leguminosas acumulan y transportan el nitrógeno fijado en los nódulos hacia las partes aéreas de las plantas, bien en forma de aminoácidos (amidas) o de ureidos. Estos últimos se acumulan en las hojas de algunas leguminosas en condiciones de déficit hídrico e inhiben la fijación del nitrógeno en las raíces. Raíz con nódulos Lo más sencillo sería suponer que la extrema sensibilidad a la sequía radica en el propio funcionamiento de los nódulos fijadores de nitrógeno. Sin embargo, se ha comprobado recientemente que la degradación de los ureidos, que permite el suministro de nitrógeno para la síntesis de aminoácidos en las partes aéreas de estas plantas, se reduce rápidamente en condiciones de sequía. De ahí se deduce que la acumulación de los ureidos produce una inhibición de la fijación del nitrógeno en los nódulos. Sin embargo, la molécula señal no ha sido identificada. Tolerancia a la sequía Los investigadores han comprobado que algunos cultivares de judía toleran la sequía y mantienen la fijación de nitrógeno mucho mejor que otros. La mejor adaptación a la sequía en estos cultivares podría deberse a diferencias en las rutas de degradación de ureidos en estas plantas. Entre los objetivos del proyecto se encuentra el análisis a nivel molecular de las enzimas y genes que se encargan de la degradación de los ureidos en las plantas de judía que toleran mejor la sequía. Además, se realizarán estudios comparativos de los cambios que se produzcan en estas plantas en respuesta a la escasez de agua, con la idea de encontrar aquellos factores propios de las leguminosas que se manifiesten cuando hay sequía, especialmente los que pudieran estar relacionados con la fijación de nitrógeno. El aprovechamiento de los resultados está garantizado, ya que los investigadores colaborarán con Rijk Zwaan Ibérica SA, empresa líder en el sector de las semillas.