Según ASAJA, a los daños que se han producido en los últimos días por diferentes adversidades climatológicas como el viento y las heladas, ahora hay que sumarle los propiciados por el granizo, que está provocando más daños. Según Francisco Vargas, presidente de ASAJA-Almería, las administraciones deben empezar ya a trabajar y solicitar ayudas directas y específicas para los agricultores que han perdido sus cosechas y sus invernaderos. Desde COAG se han contabilizado más de 1.000 hectáreas de invernaderos destruidos por toda la provincia y precisan que los daños pueden hacerse extensivos a muchas más explotaciones, que pese a no derrumbarse han sufrido daños muy graves en sus estructuras. Según esta organización agraria son pocas las plantaciones almerienses que mantienen su producción. “Lo peor está por llegar, las enfermedades derivadas de la humedad, como la botrytis, pudrirán unos productos muy tocados ya de por sí tras las heladas de enero. Estamos ante la pero catástrofe climática sufrida por el sector agrícola provincial”, asegura el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora. Los ayuntamientos de la provincia han atendido la petición de COAG-Almería y han solicitado la declaración de zona catastrófica para la provincia y va a intentar que la Administración establezca ayudas directas. M. Belén Garre