Una de las presentaciones que más llamó la atención fueron las máquinas de IDM tanto el Fumimatic, las plataformas automotrices y las transpaletadoras, todas ellas por su sencillez y fácil manejo, además de la amplia gama de carros de recolección de Carretillas Amate. Una de las innovaciones más importantes fue el robot de tratamientos fitosanitarios Rodfu de la empresa almeriense Fitovícar S.L.L. . Esta máquina, que se presentó inacabada puesto que aún le faltaban algunos detalles de presentación, combate las plagas de forma rápida y eficaz. Una de las novedades que incorpora es que ofrecen ningún riesgo para la salud del agricultor, puesto que el robot se introduce en el invernadero y hace de forma mecanizada el tratamiento homogéneo, que no precisa que el aplicador esté en contacto con el producto ni en el interior de la finca. Posee un sistema que le permite entrar líneo por líneo, salvando antesalas, sin importar dimensiones ni desniveles llegando a todos los rincones de la finca. Tras las demostraciones de maquinaria la fundación Ual-Anecoop preparó una serie de conferencia ofrecidas por expertos de Almería para que los asistentes conocieran la realidad agrícola de la provincia. El enarenado fue uno de los temas centrales de la jornada teórica debido a la gran importancia que ha tenido esta técnica para el desarrollo de la horticultura intensiva almeriense. “La única forma de conservar este enclave y la productividad de esta zona sin que se pierda es el enarenado porque todavía no se ha terminado de explotar sus cualidades tanto en calidad como en cantidad. El enarenado también es interesante porque permite el reciclado de los restos vegetales”, indicó el director del departamento de producción vegetal de la UAL, Julio César Tello Marquina. Otra visión que se hizo llegar a los asistentes fue el potencial de desarrollo que ha experimentado Almería, como explicó José Antonio Aliaga, jefe del servicio de Agricultura de la Delegación Provincial de Agricultura en la provincia: “La modernización de las estructuras, la introducción de nuevas técnicas de cultivo, la mejora de las semillas, sistemas de riegos y aplicaciones tecnológicas ha hecho que pasemos de una producción de 16.000 kilos por hectárea en 1966 a 100.000 kilos por hectárea en 2004”. El punto y final a la II Demostración Internacional de Maquinaria y Equipos para Invernaderos lo puso el director de departamento de ingeniería rural de la Universidad de Almería, Diego Valera que ofreció una evolución de los procesos de mecanización y climatización de los invernaderos. M. Belén Garre

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