UPA-Andalucía valora de manera muy positiva las precipitaciones caídas en los últimos días en las distintas provincias andaluzas, aunque en distintos cultivos y zonas se han producido daños que tendrán como consecuencia mermas en la producción y en la calidad de los productos. En el aspecto negativo de estas últimas precipitaciones, el retraso en el desarrollo de la campaña de recolección en el cultivo del olivar es uno de los aspectos más destacados, así como la reducción en la producción de la fresa.

El olivar ha visto cómo la abundante lluvia caída tanto en Jaén, como en el resto de provincias productoras,  va a retrasar el desarrollo de la campaña. Asimismo, el 15% del fruto se ha caído y se encuentra embarrado lo que va a desembocar en una pérdida en la calidad del fruto, así como un aumento en los costes de producción.

Concretamente en Jaén han caído 250 litros /m2, lo que supone la mitad de lo que se recoge en un año hidrológico normal, aspecto que evidencia lo positivo de las lluvias, que ha permitido la recuperación de los embalses , asegurándose así el agua para las próximas campañas. En la zona de la vega de Jaén ha habido inundaciones en algunas parcelas, produciéndose daños en cultivos como los espárragos, que ha sufrido deterioros importantes Asimismo desde todas las provincias, los técnicos de UPA reconocen que las lluvias han tenido unas consecuencias positivas en la ganadería, permitiendo la recuperación de los pastos, a pesar de que se han producido daños puntuales en infraestructuras. Concretamente, en la provincia de Huelva, los daños en la fresa han sido muy importantes; las plantas se han visto sobrepasadas por un metro de agua, estimando por ello una merma en la producción de entorno al 45%. Del mismo modo también se han producido daños en las infraestructuras, como por ejemplo es el caso de los plásticos o los soportes de las plantas, que aumentarán más los costes de producción para todos los productores de fresa.

En Almería, por otra parte, la principal preocupación se centra ahora en la posible aparición de enfermedades como la brothytis debido a las precipitaciones así como a la humedad que se mantendrá en los invernaderos tras las últimas lluvias.