Si bien España recibirá 71 millones de euros en concepto de indemnización por la llamada "crisis del pepino", de los que 58,5, serán para Andalucía, estas ayudas sólo compensarán las pérdidas en cinco cultivos -pepino, tomate, lechuga, pimiento y calabacín-, quedándose fuera muchas otras frutas y hortalizas afectadas por el cierre de mercados y la bajada de precios.

En las últimas semanas las cooperativas habían intensificado su trabajo con el deseo de conseguir que el Comité de Gestión, celebrado en el día de ayer, adoptara medidas extraordinarias para paliar la crisis que sufre la fruta de verano, perjudicada colateralmente por  la crisis generada en Alemania.

En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias, FEPEX, ASAJA y UPA suscribieron una carta que hicieron llegar al comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, pidiendo medidas de retirada extraordinarias para el melocotón y la nectarina, al haber sufrido estos cultivos un hundimiento de sus precios del 50% con respecto al año anterior, ya de por sí complicado, y estar cotizando en valores por debajo de los costes de producción.

Asimismo, Cooperativas Agro-alimentarias se sumó a las organizaciones cooperativas de Francia e Italia en una nueva misiva dirigida al director general de Agricultura de la UE, José Manuel Silva, en la que se solicitaba ampliar el espectro de medidas a toda la fruta de verano.

Sin embargo, la Comisión Europea no ha tenido en cuenta ni al sector ni a los Estados miembro afectados y se ha limitado a actualizar el precio de retirada para melocotón y nectarina en el marco de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). Esta actualización no llega a los 10 céntimos/kilo, y la mitad de dicha cantidad corresponde a las OPFH.

Las organizaciones agrarias y cooperativas pedíamos una ayuda adicional tres veces superior, de 30 céntimos/kilo, que fuera financiada íntegramente por la UE y aplicable entre el 26 de mayo y el 16 de septiembre.

En consecuencia, la Comisión Europea vuelve a dar la espalda al sector no planteando medidas decididas de gestión de mercados, no compensado las pérdidas reales por la bajada de precios y, un aspecto también muy importante, no proponiendo una gran campaña de promoción con fondos completamente europeos para conseguir recuperar la confianza del consumidor en las frutas y hortalizas europeas.

Por el contrario, ignora la realidad de un sector, el de la fruta de verano, que sufre las consecuencias de una crisis ajena, la cual no sólo está lastrando el comercio y los precios sino que está generando tensiones en el mercado intracomunitario, tal y como hemos comprobado esta semana con el asalto a un camión en la frontera gala.