El trasvase de parados de sectores económicos en crisis que buscan un empleo en el campo y la destrucción puestos de trabajo provocada por la crisis de la bacteria "E. Coli" están detrás del aumento del paro en el sector agrícola en julio.

Así lo han explicado las federaciones agroalimentarias de los sindicatos UGT y CC.OO, que alertan además de que no es probable que la situación mejore ostensiblemente en el futuro y de posibles tensiones sociales por la falta de alternativas laborales.

El sector de la agricultura ha registrado un incremento del paro del 15,48 % en su tasa interanual en julio, hasta 141.209 desempleados, mientras que ha subido en 981 personas (0,70 %) en comparación con el mes anterior, según los datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, pese a que disminuyó en servicios (-1,20 %); industria (-1,72 %) y construcción (-0,77 %).

En el último cuatrienio (2008-2011), la agricultura nunca había contabilizado tantas personas sin trabajo.

La secretaria del sector agrario y manipulado hortofrutícola de Fitag-UGT, Delia García Pasamar, ha realizado una valoración "muy, muy negativa" del paro agrario en julio, que según considera amenaza con convertirse en un problema "estructural" para España.

García Pasamar ha detallado que el campo y sus campañas agrícolas no pueden absorber la cantidad de activos que se ha quedado sin empleo en la construcción o en los servicios por la crisis y que han vuelto al campo como demandantes de un puesto de trabajo.

También ha influido la última crisis hortofrutícola provocada por la situación derivada del "E. Coli" que Alemania relacionó en un primer momento y de forma errónea con pepinos españoles, ya que se produjo un descenso en el número de pedidos de frutas y hortalizas destinados a los mercados europeos.

Pasamar ha recordado que esta situación no sólo ha hecho que se pierdan empleos, sino que también los fijos discontinuos han tenido pocas horas de trabajo por la menor actividad en tajos y centros de manipulado y, por tanto, salarios muy inferiores a los habituales.

En un opinión, con estos índices es difícil que las próximas campañas agrícolas puedan ofrecer un empleo a tal cantidad de parados, por lo que exigen políticas activas y programas de empleo que creen más trabajo estable en el sector primario.

Por su parte, el secretario de Comunicación y Empleo de la Federación Agroalimentaria de CCOO, José Fuentes, ha calificado como "muy preocupante" el "crecimiento alarmante" del paro en tasa interanual y considera que seguirá "excesivamente alto" pese al inicio de las próximas campañas.

Para Fuentes, el desempleo agrario se está convirtiendo en un problema "estructural" y "crónico", con el riesgo de que favorezca bolsas de exclusión social, frente al que "no se están poniendo en marcha medidas oportunas" para atajarlos.

Ha criticado que el Gobierno, "ya en funciones", "ha perdido la oportunidad" de introducir las reformas necesarias como el fomento del fijo discontinuo, una figura que hubiese ofrecido flexibilidad al empresario y estabilidad al trabajador.

Para Fuentes, los datos son más graves si se tiene en cuenta que el paro no ha disminuido ni por la entrada en vigor en muchas zonas, como Andalucía, de las obras del plan de fomento del empleo agrario, ni por la presumible mayor demanda de la hostelería, que tradicionalmente han absorbido a muchos activos en verano.

Ante este escenario, ha exigido a las Administraciones públicas una mayor coordinación de las políticas de empleo y de los recursos.