Este nuevo documento, en vigor desde el pasado 15 de octubre, está volviendo locos a muchos agricultores que se sienten “amenazados” por la extrema vigilancia que quiere imponer la Administración andaluza.

No obstante, muchos se han quedado solo en que es un documento más para aumentar el papeleo que de por sí tienen algunas cuestiones relacionadas con la actividad agraria en la provincia de Almería, como es, por ejemplo, todo lo relacionado con las subvenciones que se reciben a través de las Organizaciones de Productores (OP). Así las cosas, viendo de otro modo este asunto, es posible que sirva para solucionar algunos de los graves problemas que han venido afectando al campo. Uno de ellos es el robo de mercancía en los invernaderos cuando determinados productos tienen un alto valor en el mercado de frutas y hortalizas. Todos los años se denuncian robos en invernaderos ocasionando, los ladrones, la sustracción ilegal de las hortalizas y el destrozo de parte de la plantación. Con el DAT, vender esa mercancía es más complicado, casi imposible, este documento sirve para demostrar la procedencia legal de las hortalizas en todos los casos. Es evidente que el género procedente de robos tiene un recorrido muy escueto y va a resultar difícilmente rentable si no se introduce en los canales habituales de venta.

El DAT es el documento de acompañamiento al transporte de productos agrarios y forestales, que contiene información sobre el origen y destino de estos productos y servirá para organizar y controlar el transporte; mejorar la seguridad y la trazabilidad, y acreditar el origen y destino durante la fase de su transporte dificultando también la sustracción ilegítima y posterior venta ilegal de estos productos.

Este documento de acompañamiento deberá estar disponible y ser aportado en cualquier momento, a requerimiento de la autoridad, en el traslado de los productos sin transformar desde las explotaciones hasta los lugares de almacenamiento o los destinos de comercialización. Los destinatarios deberán conservarlo durante, al menos, cinco años desde su recepción.

Esta herramienta administrativa también servirá para aportar orden al sector que adolece de estadísticas fiables para saber cómo programar la campaña agrícola de acuerdo con las exigencias de la gran distribución, para evitar sobre producción de algunos productos que hagan caer el precio de los mismos y un sinfín de opciones que hará útil y efectivo la aplicación del nuevo documento.

Es entendible el enfado de determinados productores, pero todo es cuestión de adaptarse y tener las herramientas necesarias para facilitar la labor de identificar de forma correcta y de acuerdo con el documento las hortalizas recolectadas en el momento de efectuar el transporte.

Es posible que alguien sea sancionado en el proceso de adaptación, todo dependerá de si nos tomamos en serio el DAT o intentamos boicotearlo con una actitud pasiva esperando que la administración cese en su empeño de imponerlo. Esto último creo que no va a ser así. Lo que sí creo es que es una herramienta positiva a pesar del incordio que es su puesta en marcha. A ver qué pasa.

José Antonio Gutiérrez Escobar.