-¿Cómo calificaría la campaña agrícola de invierno?

- Ha sido muy difícil, nuevamente por el COVID. Hemos encontrado muchas dificultades con los mercados porque el cierre del canal HORECA afecta muchísimo y la venta se reduce prácticamente a los supermercados que son clientes además muy específicos con los productos y calibres que quieren. Se han producido variaciones de mercado muy importantes que dificultan el hacer previsiones.

- ¿Y en cuanto a precios?

- También ha ido regular. El pimiento, por ejemplo, ha tenido problemas de virosis y también ha mermado su producción por problemas climáticos; hubo lluvias, llegó la tormenta Filomena...

-¿Las perspectivas para la primavera son más optimistas?

- La campaña de primavera es siempre muy imprevisible porque depende mucho del clima. El año pasado tuvimos muy buenos precios en sandía, especialmente en mayo pero son cuestiones que no son comparables con otras campañas. Por ejemplo, en la primavera pasada estábamos en pleno confinamiento y eso puede haber distorsionado la demanda. Nuestra esperanza es que alcancemos los precios del año pasado, porque sería lo justo; pero si hace calor o no, si hay lluvias o no, todo eso puede cambiar al 100% la venta de productos como la sandía o el melón.

- En melón, Agroiris hace una fuerte apuesta por poner en valor este cultivo de Almería, ¿hay alguna novedad prevista esta campaña?

- Llevamos años trabajando en la mejora de la calidad del melón galia que ofrecemos. Este año lo vamos a conseguir. En cantaloup, amarillo y piel de sapo seguiremos ofreciendo la alta calidad de otras campañas y estamos seriamente trabajando en la incorporación de alguna nueva variedad a corto medio plazo.

- ¿Cuál considera que es el posicionamiento actual de Agroiris en el sector agrícola almeriense?

- La clave de nuestro éxito está en nuestro empeño porque los productos de nuestros socios se conozcan en toda Europa y que hagan de nuestra empresa una marca fuerte caracterizada por la calidad. Somos muy constantes en ofrecer a nuestros clientes una continuidad. Creemos que es muy importante que los mercados tengan confianza en que les vamos a ofrecer los volúmenes que necesitan y, por otro lado, intentamos que nuestros agricultores tengan una rentabilidad en sus cultivos. Ofrecer calidad y continuidad es resultado de un trabajo de muchos años con un equipo muy consolidado que nos permite seguir manteniéndonos en situaciones tan complicadas como las que vivimos y que, sin embargo, nos dejan seguir siendo líderes en el mercado agrícola.

- En las últimas dos campañas, el contacto con los clientes y nuevos mercados también se ha visto menguado por la inexistencia de ferias, ¿cómo están supliendo la falta de citas presenciales?

- Las ferias han sido siempre una toma de contacto y se echan de menos. Es una pena el no ver, al menos una vez al año, a nuestros clientes y conocer cómo consideran que pueden ir modificándose los mercados. Para nosotros lo más complicado está siendo el teletrabajo porque estamos notando que dificulta emprender proyectos nuevos, coordinarnos. El cliente opta más por mantener la situación, trabajar en el día a día más que apostar por cuestiones futuras. La situación actual nos lleva a centrarnos en cuestiones inmediatas más que en afrontar proyectos de mejora, que es lo que nos gustaría.

- ¿La llegada del Brexit ha supuesto cambios en las exportaciones con el Reino Unido?

- Ha supuesto mayor trámite burocrático pero, hasta el momento, nada más. La experiencia de importar a otros mercados extracomunitarios nos ha facilitado esta labor, pero sí es cierto que se va a traducir en más costes que se acaban repercutiendo en el proveedor.

- La comercializadora también lleva varias campañas apostando por el producto ecológico.

- Sí. Es una demanda del mercado que no podíamos dejar de lado. Nuestra producción orgánica aún es modesta pero en esta campaña aspiramos a comercializar unos 700.000 kilos de hortalizas ecológicas con un crecimiento de casi un 10% en relación a la campaña anterior.

Almudena Fernández