El Grupo continúa su política de expansión en todo el mundo: ya cuenta con oficinas comerciales, además de en los principales países europeos, en todos los continentes: Argentina, Australia, Brasil, Chile, China, Egipto, Japón, México, Paraguay, Estados Unidos, Tailandia y Túnez.

Además de la apertura de las nuevas oficinas, las autoridades cubanas han concedido también dos registros, es decir, autorizaciones de venta. Mientras tanto, Sipcam Oxon ya ha iniciado el desarrollo de otros productos in situ. Las primeras actividades comerciales van a comenzar en el cuarto trimestre de este año. El grupo italiano cuenta con unos 1000 empleados en todo el mundo y plantas de producción en Brasil, China, España e Italia. Su producción es especialmente adecuada para los dos principales cultivos de la isla: la caña de azúcar, de la que Cuba es uno de los mayores productores del mundo, y el tabaco.

La agricultura y el turismo son los dos activos más importantes de la economía cubana, que alcanzó un volumen total de exportaciones de 1.800 millones de euros en 2020 (fuente: gobierno italiano).

"Hemos decidido -dice Giovanni Affaba, CEO de Sipcam Oxon- continuar nuestra expansión global en el país caribeño, que cuenta con 11,3 millones de habitantes y un PIB de 91.300 millones de euros en 2020, porque nuestros productos se adaptan a los dos principales cultivos de la isla, la caña de azúcar y el tabaco. También fuimos bien recibidos por las autoridades locales.

Además, a pesar de las dificultades relacionadas con el embargo político, los indicadores van creciendo, se espera que las exportaciones alcancen los dos mil millones de euros en 2022 y que la tasa de crecimiento del PIB sea del 2,7 este año y del 4,8 en 2022.

Con la reforma del gobierno local, la gente tendrá aún más espacio en la economía local, y los negocios personales podrán operar en la mayoría de los campos".

"Esta iniciativa -dice Nadia Gagliardini, Presidenta de Sipcam Oxon- reafirma nuestra elección de continuar con nuestro proceso de internacionalización, iniciado desde 1970. Este enfoque nos permite mantener nuestra independencia, apuntar a las perspectivas a medio y largo plazo sin estar condicionados por los resultados a corto plazo, y obtener resultados importantes en una industria en la que sólo unos pocos grandes actores controlan más del 70% del mercado (Bayer / Monsanto, Corteva, Syngenta / Adama, BASF y UPL / Arysta).

Cuba es la demostración de esta estrategia, un país que está dando pequeños pasos hacia el libre mercado y que quiere apostar por una agricultura que, gracias a la innovación y a la investigación, mire al futuro para una creciente sostenibilidad."