Hoy 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas, fundamentales para el mantenimiento de la biodiversidad y claves en la polinización de los cultivos. Por este motivo, ASAJA cree necesario recordar y reivindicar su importancia para la producción agraria por su papel en la polinización. Sin embargo, debemos denunciar que estos animales se encuentran gravemente amenazados por el cambio climático que viene afectando y reduciendo cada vez más el número de ejemplares que vemos en nuestros montes, de ahí la importancia de proteger al sector apícola y dotarlo también de herramientas para  su supervivencia. En el caso de nuestra provincia, el sector apícola cuenta con un peso fundamental, acogiendo el mayor número de colmenas de Andalucía, el 22% del total andaluz, si bien en los últimos 5 años se han perdido en la región aproximadamente el 4% de las colmenas existentes.        

En estos momentos nos encontramos en el inicio de la campaña apícola en nuestra provincia que ASAJA define “con buenas sensaciones, pero ante la que hay que tener mucha prudencia”. Tras varios años con pérdidas en el número de ejemplares y baja producción derivada de la sequía, el estado actual del campo tras las lluvias de marzo y abril invita a la esperanza, sin embargo, tal y como señalan los propios apicultores, “la situación puede cambiar radicalmente si lo hace la climatología, ya que por ejemplo de mantenerse y prolongarse esta situación de altas temperaturas el trabajo de las abejas puede verse afectado”.        

Y es que este año la campaña ha comenzado con retraso a la fecha habitual y se prolongará aún durante el mes de junio. De este modo, este año estaríamos de mantenerse la situación actual ante una “campaña de recuperación” gracias a las lluvias de esta primavera que han venido a aliviar la crítica situación por la que estaba pasando el sector, ya que es preciso compensar la pérdida en el número de ejemplares por la falta de alimento. De este modo, si la situación climática fuera favorable podríamos hablar de un 30 o un 40% más de producción, según una primera estimación de ASAJA.      

En este día no podemos dejar de lado una de las reivindicaciones históricas del sector, la necesidad de darle mayor claridad y transparencia al etiquetado de la miel para evitar fraudes al consumidor con la presencia y la mezcla de mieles de diferentes países o de tratamientos que hacen que se desvirtúe el producto original, “hay que formar e informar al consumidor habitual de miel, y que pueda conocer de forma clara el origen 100% de la misma, especialmente si hay mezclas de diferentes orígenes”, señala Adoración Blanque, Secretaria General de ASAJA-Almería.