La lucha biológica de Agrobío también obtiene más resultados positivos que negativos. En el cultivo de pimiento el 71,4 por ciento tiene éxito. El motivo por el que hubo que recurrir a tratamientos incompatibles con los enemigos naturales fue por que el ‘orius’ no se estableció, o como también apuntaron desde Coexphal fueron contaminados con los residuos químicos. En el cultivo de tomate de Agrobío, el 88,6 por ciento funcionó con agentes naturales y sólo la entrada de altas poblaciones de mosca blanca, fruto de la acumulación de restos de cultivos arrancados por el virus en una finca colindante, provocó el uso de químicos. En pepino el 81,8 por ciento fue exitoso. Y el motivo por el cual usaron fitosanitarios fue la tasa de crecimiento de la plaga superior a la de auxiliares. Desde Syngenta los resultados para pimiento que cultivan en mayor parte en dalias y otras zonas del poniente, el 90 por ciento de sus parcelas funcionaron con éxito. En los cultivos de tomate una vez que superaron las incidencias del inicio de campaña, solo en un cinco por ciento de las parcelas tuvieron que realizar algún tipo de intervención química, y de momento los técnicos no han abandonado ninguna de los terrenos donde han iniciado la lucha biológica. En calabacín consiguieron un buen control de la araña roja mediante fitoseídos y solo realizaron unos tratamientos localizados. Las perspectivas para esta campaña se basan en la motivación del Plan Integral de Control Biológico debido a los buenos resultados de la pasada campaña y la creciente demanda de los importadores. Es por ello que próximamente incorporarán nuevas herramientas de control biológico. Condiciones Según los técnicos de Agrobío hay una serie de condiciones para que la lucha biológica obtenga unos buenos resultados. Entre ellos, destacan el conocimiento a fondo del cultivo, es decir sus plagas y los auxiliares. De la misma forma recomiendan conocer el efecto del insecticida sobre las plagas y los auxiliares. Otra de las condiciones que apuntan es que el agricultor debe de facilitar el desarrollo y establecimiento de los agentes naturales, y esto supone el conocimiento de almacenamiento, manejo y suelta de los mismos. Finalmente, recomiendan realizar un cuaderno de campo. También destacan que la concienciación del agricultor es indispensable para llevar a buen puerto el control biológico. Unas buenas condiciones del invernadero facilitan esta tarea complementadas con el asesoramiento técnico y especializado en control de plagas. En el seminario participaron casas de suministros de agentes biológicos que dieron a conocer sus resultados. Así, Jorge Hernández de Biobest, Manuel Pérez de Certis, Isable Navarro de Agrobio, José Eduardo Belda de Koppert y Manuel Gómez de Syngenta expusieron los resultados de cada una de sus empresas. La jornada técnica finalizó con una mesa redonda en la que trataron el tema de los factores limitantes para el control biológico. Los participantes fueron Juan Carlos Gázquez investigador de ‘Las Palmerillas’, Lidia Lara de Coexphal, Jose Eduardo Belda de Koppert, Manuel Gómez de Syngenta; Jorge Hernández de Biobest, Isabel Navarro de Agrobío, Manuel Certis, Jan van der Blom de Coexphal ‘Orius’ Orius laevigatus es un antocóride depredador que es utilizado por el control de trips, en particular de Frankliniella occidentalis. Su principal aplicación atañe a los cultivos hortícolas en invernadero y en pleno campo, con particular interés en el pimiento, la fresa, la berenjena y algunos cultivos ornamentales. Todos los estadios del depredador se nutren activamente de trips, aunque también pueden utilizar como fuente de alimento alternativo, polen y otros fitófagos como ácaros, pulgones y otros pequeños insectos. A la vista de los resultados según los expertos, el Orius laevigatus es la mejor opción para los programas de manejo integrado de plagas en Almería. Eunate Serrano

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