«Todos los productos que se estaban haciendo en La Gergaleña eran buenos, pero ahora hemos cambiado las técnicas y algunas recetas», explica Antonio Gázquez. La extensa experiencia de este maestro industrial hostelero de Velefique –al frente de un centro de formación en hostelería desde hace 26 años, del restaurante Las Eras de Tabernas y gran investigador en cocina de autor y cocina molecular a partir de la cocina tradicional– ha sido un elemento esencial para elaborar los nuevos productos como la crema y la mousse de tomate, o la berenjena asada. Y también para darle un aire nuevo a la fritada, típica de la cocina árabe nazarí, que está «para quitarse el sombrero», según el responsable de su creación. Comercialización A finales de este mes, si todo transcurre según lo previsto, estará activa la página www.lagergalena.com, en la que se podrán consultar distintas recetas en las que se puede emplear cada uno de los productos. Y para diciembre La Gergaleña cuenta con comenzar la comercialización a nivel nacional, tanto para restauradores profesionales como para consumidores particulares, aficionados al buen comer. Por ello, se han creado envases de distinta capacidad: unos destinados a los restaurantes y otros a las familias. Esto permitirá, según Antonio Gázquez, «garantizar la calidad, porque el bote familiar tiene la medida ideal para gastarlo entero». Los envases también incluirán en el etiquetado «para qué se puede utilizar cada producto», explica Pedro Caparrós. Recordados aún por ser los primeros en comercializar tomate raf a través de Internet, el nuevo ‘experimento’ de Grupo Caparrós los colocará también en el reducido grupo de empresas almerienses que han hecho realidad la promesa de la quinta gama.

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