El consumidor nacional sigue mostrándose reticente a la hora de comprar una fruta u hortaliza que tenga el sello de ecológico. Resulta extraño conocer este dato, ya que un producto ecológico sólo por ser eso, ecológico, ya debería de llamar más la atención que un producto convencional. Sin embargo, existen dos motivos por los que el consumidor aún no quiere saber nada de la producción ecológica a la hora de hacer la compra. Según Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, el primero de los motivos es «que la producción convencional cada vez está dejando mejor imagen en el mercado y los compradores se muestran con más confianza y seguridad cuando llega el momento de tener que decantarse por un producto concreto. El cultivo convencional cada vez está más vigilado y pasa por altos controles que lo llevan a contar con la máxima calidad posible».

Asimismo, otro de los motivos que explica Góngora es que «la imagen de un producto ecológico es cierto que es algo más vaga que la del convencional, puesto que el 'eco' no tiene tanto tamaño ni tampoco tanto brillo y color como el producto que se trata con otras técnicas de cultivo. De hecho, esto también va ligado al precio, que lo más normal es que el producto ecológico sea más caro que el convencional». Aún así, parece ser que existen otros motivos que están llevando al declive del sector ecológico. Y es que Juan Torres, gerente de Cítricos del Andarax, ha indicado que «este año estamos notando mucha menos demanda de cítricos ecológicos con respecto a campañas anteriores. El motivo principal es que países como Marruecos o Egipto están produciendo también en ecológico, lo que nos está haciendo mucho daño puesto que sus precios son más baratos que los nuestros». Sin embargo, el que se muestra más rotundo con este tema es Diego Castaño, responsable de cítricos de Asaja-Almería, quien ha afirmado que «los cítricos ecológicos de la provincia no tienen futuro. Apenas podemos usar ningún producto para su cultivo y tiene menos vista de cara al consumidor. Estamos muy regulados y cada vez se está notando más como la producción convencional se acerca más a la ecológica gracias a los tratamientos que se llevan a cabo para la cosecha».

Muy cerca de estas declaraciones se encuentran las de Ramón Ruiz, responsable de cítricos de Coag-Almería, quien ha informado que «a la hora de exponerla frente al consumidor la imagen que da no es la misma que la de un producto convencional debido a que al no poder emplear herbicidas en el árbol, éste no logra tanto vigor».


Alemania
En lo que sí que coinciden todos los expertos del sector citrícola es en que Alemania es el país que más conciencia tiene ahora mismo sobre un producto ecológico, lo que lleva a que éste sea uno de los principales mercados de destino de los cítricos almerienses. Aún así, Ramón Ruiz ha añadido otros destinos como pueden ser «Suiza, Inglaterra o Rusia, es decir, países más avanzados en este sentido y que demandan una gran parte de nuestra producción». Finalmente, destacar que esta escasa demanda actual unida a las heladas del pasado mes de diciembre han llevado a que el sector citrícola de la provincia cuente con unos precios que no sirven al agricultor ni para hacer frente a los costes de producción.



ELENA SÁNCHEZ