A las puertas de que se inicie la campaña de primavera -con el retraso previsto para este año- ya se conocen las primeras estimaciones llevadas a cabo por una de las organizaciones agrarias que se encuentra representada en la provincia de Almería, previsiones que, de alguna manera apoya el resto. El tradicional cultivo de melón y sandía, como complemento a la producción obtenida durante el invierno en los invernaderos provinciales, está perdiendo peso. Este año, según las cifras que barajan en Asaja Almería, «la superficie cultivada de melón caerá en torno a un 40% y la de sandía descenderá aproximadamente un 20%», afirma el presidente de la organización Francisco Vargas. Al respecto, el dirigente agrario explica que «hemos realizado varias consultas a los semilleros que operan en la provincia para determinar qué cantidad de melón y sandía se cultivará en la campaña de primavera y tras el seguimiento realizado hemos concluido que disminuirá sobre esos porcentajes».

Hasta el mes de marzo, señala el presidente de Asaja en Almería, «los semilleros tenían en producción un 50% menos de melón y un 25% menos de sandía en comparación con el mismo periodo del año anterior. En marzo se confirma la misma producción. Por tanto, y teniendo en cuenta el retraso de una semana más previsto, estimamos que la caída en ambos productos se atenuará en un 10% aproximadamente». En Coag, aunque no ofrecen resultados porcentuales de la reducción de la superficie que se dedicará a estos productos de primavera, también confirman el descenso.

En las últimas campañas el reclamo de recuperación económica que antaño llegaba con el cultivo de primavera, ya no es lo que era. Los precios medios pagados por el producto «ya no son rentables», asegura el presidente de Asaja-Almería. Hasta el punto de que «en los últimos años, en muchos casos, los agricultores no logran recuperar la inversión realizada para cultivar estas frutas». De esta forma, los profesionales están buscando alternativas de cultivo, basadas en los productos que tradicionalmente se cultivan en la campaña de invierno.

«Los agricultores que habitualmente cultivan pimiento, muchos de ellos, están optando por ciclos largos que, al fin y al cabo, ofrecen la seguridad de ingresos sin tener que volver a invertir en la plantación de un nuevo producto», afirma Francisco Vargas. Los pimenteros «prefieren hacer un sólo cultivo, aguantar la plantación al máximo y no volver a plantar, sino preparar, tras la finalización, el invernadero para la siguiente campaña». Asimismo, sobre todo el en Poniente, indica Vargas, «los profesionales están optando por dobles ciclos de productos como pepino y calabacín». En el caso de este último, la plantación es más barata, por lo que la inversión total es menor, hecho este que indica que «el agricultor debido a la actual situación económica teme llevar a cabo inversiones más arriesgas», añade.

Por otra parte, señala Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, «los agricultores también optan, en esta campaña de primavera por tomate de verano y berenjena».

Promoción

El sector «necesita una buena campaña de primavera», asegura Francisco Vargas. con el fin de obtener resultados positivos, la Interprofesional Andaluza de Frutas y Hortalizas (Hortyfruta) ha diseñado, entre otras acciones, diferentes campañas de promoción. Una estará dirigida íntegramente al agricultor y comercializador, coincienciando de la necesidad e importancia de poner en el mercado un producto en su grado óptimo de maduración, procurando que su sabor sea el deseado por el consumidor.  Otras acciones tendrán como receptor a los potenciales clientes nacionales e internacionales, así como al consumidor final. En definitiva, una campaña estructural, desde origen a destino, para canalizar todos los factores que interceden en el buen comportamiento del mercado. Al respecto, María José Pardo, gerente de la Interprofesional andaluza , explica que «es importante poner en marcha, tal y como haremos a partir del próximo mes de abril, campañas de promoción para generar interés por el melón y la sandía de Andalucía, fomentar su consumo y procurar que el producto que se comercialice sea de máxima calidad».

J. E. R.