En estos momentos, indica el presidente de Asaja-Almería, Francisco Vargas, «la producción es residual y eso favorece que se venda a precios rentables». Principalmente, señala, «estas primeras partidas se están comercializando en Portugal». Vargas explica que en el país vecino, demanda este tipo de melón con las características que se está recolectando en estos primeros días, es decir, «con la calidad que ofrece el ponerlo en el mercado en su punto justo de maduración, pero con un color exterior más bien verdoso a consecuencia de la falta de luz». A colación, el responsable de la organización agraria asegura que «el mercado portugués demanda esta fruta, al igual que el tomate, con un aspecto más verde».

No obstante, el melón Galia encuentra sus principales clientes en Alemania, Francia, Holanda o Gran Bretaña. En estos Estados Miembros de la Unión Europea «ya esperan el melón de Almería». Aunque las altas temperaturas que se están registrando pueden favorecer la demanda del producto, Vargas no se aventura a asegurar que «este factor sea determinante en el buen inicio de la primavera para el sector de Almería». El presidente de Asaja muestra una preocupación que se generaliza en el sector comercializador en relación al producto que aún llega desde países, principalmente, sudamericanos. Estos productos carecen de la calidad y sabor que demanda el consumidor y pueden generar un efecto desmotivador que desemboque en una menor demanda. No obstante, la caída de la producción invita a pensar que mantendrá los precios. Vargas confirma que se ha producido un descenso del 40%, aproximadamente, en el cultivo de melón y un 20% en lo que se refiere a sandía.