En total, en 2010, la cosecha ascendió a 37.300 toneladas, que alcanzaron un valor final superior a los 14'3 millones de euros. Estos números distan mucho de las cifras manejadas por la horticultura provincial, sin embargo, ponen de manifiesto la buena salud de la que goza el sector oleícola, cada vez más internacionalizado, laureado y reconocido por los consumidores.

El aceite almeriense se diferencia claramente del producido en otros puntos de Andalucía o el resto de España y, de hecho, las almazaras de la provincia han trabajado y trabajan precisamente en esa diferenciación para llegar a nuevos mercados de destino. Una de esas diferencias radica, por ejemplo, en la calidad del aceite obtenido. En este sentido, los datos de la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca revelan que la treintena de almazaras que operan en Almería se distingue porque más del 90% de su producción es de aceite virgen extra, cifra que se eleva al 100% en el caso de las almazaras de producción ecológica.

Las empresas aceiteras de la provincia han trabajado tanto en esa diferenciación que, hoy por hoy, muchas de ellas destinan sus productos a negocios gourmet, tiendas especializadas, restauración u hostelería. Éste es el caso, por ejemplo, de Castillo de Tabernas, cuyo aceite «tiene un alto nivel de antioxidantes y ácido oleico», entre otras muchas cualidades, según detalló el director general de la empresa, Rafael Úbeda.

Úbeda explicó que desde los inicios de la plantación de sus olivos en el Desierto de Tabernas, allá por 1993, «nuestro objetivo fue la máxima calidad» y, de hecho, hoy por hoy, «somos el mayor productor internacional de aceite de oliva gourmet con una calidad tan excelente». Esta empresa está hasta tal punto volcada con la exportación que la mayor parte del millón de litros de aceite de cosecha propia producidos acaba en cualquiera de los países de la Unión Europea (UE), Japón, China o Estados Unidos, sus principales mercados de destino.

Caso similar es el de Oro del Desierto. Esta almazara destinada a la obtención de aceite de oliva virgen extra ecológico está presente en 14 países, según comentó su propietario, Rafael Alonso, que explicó que «apostamos por la calidad y los elementos diferenciadores». Entre esos elementos se encuentra el ser «autosuficientes». De este modo, Alonso indicó que «producimos la energía que consumimos y, por lo tanto, somos energéticamente eficientes». Junto a todo esto, en esta empresa de la provincia van un paso más allá e incluso «recogemos la aceituna a mano para garantizar una sostenibilidad también social». Todo esto son elementos diferenciadores de las almazaras almerienses. Unas almazaras que, con el paso de los años, han logrado hacerse un importante hueco en los principales mercados de destino.

'Excelencias'

«La principal ventaja para nuestras producciones es el estar ubicadas en el lugar que goza de mayor número de horas de sol de toda Europa». Así lo afirmó Jorge Molina, responsable de Oro de Níjar, quien explicó que, en el caso de su aceite, «esto hace que obtengamos unos sabores, aromas y colores perfectos». En la mayoría de los casos, estas almazaras realizan una recolección temprana para, como afirmó Molina, «conseguir que el fruto mantenga todas sus propiedades».

Posteriormente, la molturación se hace apenas unas horas después de la recolección y el proceso de batido se realiza en frío. Todo esto permite, por un lado, obtener un producto de excelente calidad pero, por otro, hace que los rendimientos -es decir, la cantidad de aceite obtenida por cada kilo de aceituna- sean muy bajos. Pero precisamente ahí está el secreto.

Por último, el hecho de que algunas de estas producciones sean, además, ecológicas les aporta un nuevo valor añadido. En este sentido, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Agricultura y Pesca, la provincia contaba a finales de 2010 con 1.043 hectáreas de olivar ecológico, cifra ligeramente superior a la de 2008, cuando se cultivaban 858 hectáreas.

Gracias a todo ello, tal y como recordó el director general de Castillo de Tabernas, «Almería es una de las provincias españolas con un estándar de calidad más alto, aunque su producción sea menor a la de otras zonas».



ISABEL FERNÁNDEZ