La horticultura de Almería ha superado esta campaña las 20.000 hectáreas de cultivos tratados con control biológico, lo que supone un incremento de casi un 3% en comparación con la campaña 2009-2010. En concreto, según el delegado de Agricultura y Pesca en Almería, en la provincia hay registradas 20.081 hectáreas, prácticamente el doble que en la campaña 2007-2008.

En términos relativos, el incremento más importante se ha registrado en el cultivo de berenjena (un 45,6% más que en la campaña anterior), con 964 hectáreas frente a 662. Notable ha sido también el aumento de este método de producción integrada y lucha biológica en calabacín, que ha pasado de 776 hectáreas en la campaña 2009-2010, a más de 980 hectáreas en la temporada actual (un 26,5% más).

También ha sido notable el aumento que se ha registrado en el cultivo de sandía, que ha pasado de 2.660 hectáreas en la campaña de referencia, a más de 2.830 (un 6,5% más). En pepino, el incremento ha sido de algo más del 5% (1.991 hectáreas frente a 1.891).

En melón, por el contrario, la superficie cultivada con control biológico se ha reducido sensiblemente (un 24% menos), ya que frente a las 4.435 hectáreas de hace dos campañas se ha pasado a algo menos de 3.400. Con todo, el melón, tras el pimiento, es el producto con mayor porcentaje con estos métodos de lucha contra las plagas: un 84%.

Pimiento y tomate

El pimiento prácticamente se cultiva al 100% en control biológico. En esta campaña hay en cultivo unas 7.475 hectáreas, de ellas, en 7.210 se aplica la lucha biológica, lo que representa un 10% más que en la campaña pasada.

El tomate, de las 9.000 hectáreas dedicadas a esta hortaliza en la provincia, 2.623 están en control biológico (casi el 30%). No obstante, supone un 7% más que en la campaña 2009-2010, cuando la superficie en la que se utilizaban insectos auxiliares para controlar plagas era de 2.450 hectáreas. Tanto la Consejería de Agricultura como el sector hortícola almeriense consideran necesario realizar un esfuerzo especial para extender estos métodos de cultivo tanto a las plantaciones de tomate como a la de otros cultivos.

Agricultura sostenible

La producción integrada es un sistema agrícola de obtención de vegetales que utiliza al máximo los recursos y los mecanismos de producción naturales y asegura a largo plazo una agricultura sostenible, introduciendo en ella métodos biológicos y químicos de control, y otras técnicas que compatibilicen las exigencias de la sociedad, la protección del medio ambiente y la productividad agrícola, así como las operaciones realizadas para la manipulación, envasado, transformación y etiquetado de productos vegetales acogidos al sistema.

La producción integrada, según resalta Juan Deus, consiste en una forma más sensata y racional de producir, fundamentada en el empleo óptimo de los insumos (combustibles fósiles, fitosanitarios, medicamentos veterinarios, piensos y fertilizantes), que siempre que sea posible son sustituidos por prácticas y tecnologías sostenibles (lucha biológica, abonado orgánico, umbrales de tratamientos, etc.) mucho más respetuosas con el medio ambiente.

Todos los productos obtenidos según normas de producción integrada de Andalucía y que posean la certificación concedida por alguna entidad de certificación autorizada, podrán identificarse con el distintivo de garantía ‘Producción Integrada de Andalucía', la marca registrada por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía que identifica este tipo de productos. El objetivo es que los consumidores identifiquen y valoren estos productos agrarios de calidad obtenidos a través de prácticas de agricultura sostenible.