Unos 400 agricultores de la provincia de Almería, que tienen sus explotaciones agrarias en zonas con dificultades naturales o en zonas de montaña, han recibido en los últimos meses unas ayudas públicas que vienen a compensar su actividad por las condiciones en las que se desarrollan. En total, estos agricultores, cuyas explotaciones suman más de 33.000 hectáreas, han recibido unos 741.000 euros en ayudas.

Los principales destinatarios de estas ayudas son agricultores de municipios ubicados en las comarcas interiores de Los Filabres, Sierra Nevada y Los Vélez.

La mayor parte de las indemnizaciones pagadas por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta (676.600 euros), se han destinado a ayudas a agricultores de zonas de montaña. En total se han abonado 344 expedientes, para unas explotaciones que en su conjunto suman 30.000 hectáreas.

Estas ayudas, contempladas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía y cofinanciadas con fondos europeos Feader, vienen a compensar a los titulares de explotaciones agrarias situadas en zonas montañosas que, en general, tienen que hacer frente a una serie de adversidades como el clima, la topografía, la productividad menor de los suelos y la dificultad de los accesos, adversidades que no se dan en otras partes del territorio y que traen consigo una rentabilidad inferior, ya que los costes de explotación son mayores y los rendimientos más bajos.

Por su parte, 56 agricultores de la provincia que tienen sus explotaciones agrarias en zonas no montañosas, pero con dificultades naturales, han percibido más de 64.000 euros en concepto de indemnización. Estos agricultores, aunque en condiciones poco favorables, mantienen en cultivo unas 3.600 hectáreas. Como en el caso de las ayudas a la agricultura de zonas de montaña, el objetivo de estas ayudas públicas es mantener las actividades agrícola y ganadera en lugares donde dichas actividades tienen escasa rentabilidad.

Freno al despoblamiento

Con estas compensaciones, según el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta, Juan Deus, "se trata de evitar que los agricultores de estas zonas abandonen estos cultivos, abandono que traería consigo graves consecuencias para el medio ambiente y el medio rural".

Y es que, como recalca del delegado de Agricultura, "estas ayudas, además de contribuir a frenar el despoblamiento de algunas zonas rurales, contribuyen a mantener los sistemas de producción tradicionales que, en muchos casos, además de aportar un alto valor ecológico, forman parte del paisaje".