El sector empresarial es el motor de desarrollo económico, por lo tanto, tiene una enorme responsabilidad con las comunidades donde está inmerso y sus metas no solo deben limitarse a la maximización de los beneficios, sino también a la protección del medio ambiente y el desarrollo del entorno social en el que impactan.

Consumo responsable
Algunos informes sobre la situación mundial del consumo sostenible describen la relación entre una mayor eficacia a lo largo del ciclo de vida (alcanzada, por citar un caso, al reducir la cantidad de desechos o energía por cada producto o servicio) y el incremento en el consumo de los productos y servicios correspondientes.

Existe una tendencia entre los consumidores europeos a volcarse hacia productos que han sido producidos de forma responsable, por ejemplo los identificados con el logo de FairTrade, que indica que los productores reciben un precio mínimo y son respetuosos con el planeta, o como en el crecimiento de ventas de pescado con el logo MSC, que indica que durante la pesca se han respetado el tamaño, fechas de reproducción, etc.

Me gustaría terminar este artículo con un comentario de la Sra. Louise Sylvan, (President, Consumers International): "Las preferencias de los consumidores informados favorecerán a aquellos productos y servicios cuyo impacto ambiental sea menor. La información dirigida al consumidor tiene que ser lo más sencilla posible, sin afectar la integridad del fondo del mensaje, ser confiable a lo largo de un marco temporal razonable y congruente a los ojos del consumidor que solicite datos más especializados".
Está todo dicho.

Green Summun, Consultora Estratégica en Sostenibilidad
www.greensummun.com