La necesidad de material de protección, especialmente entre el personal sanitario, fue apremiante en los primeros días de esta crisis provocada por el COVID-19. Desde la cooperativa Coprohníjar se sumaron a esa demanda de la sociedad y realizaron donaciones de material a distintos lugares. En concreto, según detalló a FHALMERÍA el presidente de Coprohníjar, Juan Segura, compraron equipos de protección individual (EPIS) para los profesionales sanitarios del centro de salud de Níjar, de Berja o del Hospital de El Toyo, además de otro centro hospitalario de la localidad jiennense de Linares.

Por otro lado, Segura también apuntó que en esta época tan convulsa también quisieron aportar alguna ayuda a los más necesitados y llegaron a donar, a varias asociaciones benéficas del Levante almeriense, casi 500 kilos de tomate, el producto hortícola estrella de Coprohníjar.

Nuevas medidas

Tras la crisis sanitaria, el presidente de la entidad ha confirmado que se han seguido “a rajatabla” todos los protocolos oficiales de medidas de protección y de distanciamiento social.

“Ya desde la entrada, hemos estado restringiendo el acceso de los vehículos lo más posible, con un máximo de dos personas en su interior. Dentro del almacén, se favorece que se guarde la distancia de dos metros entre unos y otros. De esta forma, en los centros de trabajo se ha puesto a disposición de los trabajadores gel hidroalcohólico y se han distribuido mascarillas y guantes. Además, disponemos de varios termómetros para tomar la temperatura a los trabajadores en caso de que sea necesario”, detalló Juan Segura. En definitiva, en Coprohníjar no han escatimado en medidas y así, en aquellos lugares en los que no hay posibilidad de separarse dos metros, se han establecido mamparas para favorecer el espacio entre los trabajadores y garantizar su seguridad.

El presidente de la cooperativa confirmó que “en líneas generales, todos los empleados han estado plenamente concienciados de la necesidad de tomarse en serio estas medidas para evitar contagios”.

Por otro lado, en el departamento de administración de Coprohníjar, igual que ha ocurrido en muchos otros centros, se ha optado por el teletrabajo en aquellos puestos que era posible y, siempre y cuando, lo ha solicitado el empleado. En concreto, según estimó Juan Segura, algo más de 30% del personal de Administración ha optado por trabajar desde casa. Por lo que se refiere al proceso de desescalada, en Coprohníjar no tienen prisa por rebajar los controles de seguridad en el almacén de manipulado; en todo caso “a finales de mayo, algunas personas que están trabajando en casa podrían ya incorporarse a la oficina”, añadió el preside de Coprohníjar.

Dar la cara

Finalmente, Segura realizó una valoración sobre el buen comportamiento del sector agrícola durante la crisis “que ha estado dando la cara en todo momento”. A ello añadió que, “solo hace falta que se den cuenta los políticos, que realmente sean conscientes de que el sector primario es imprescindible”. En esta línea, recordó que a principios de este 2020, “los agricultores estaban en la calle recordando que el trabajo que hacían y reclamando precios justos por ese trabajo”.

Igualmente, Segura puso sobre la mesa lo caótico que hubiese sido la provisión de frutas y hortalizas si el mercado hubiese estado en manos de terceros como, por ejemplo, ha ocurrido con las mascarillas. En cualquier caso, el presidente de Coprohníjar se mostró confiado en que la próxima campaña agrícola vaya mejor “después de que el cierre del canal HORECA en las últimas semanas haya supuesto una merma en los pedidos”.

Almudena Fernández