En Coprohníjar fueron pioneros en Almería, hace ya 25 años, en la aplicación de lucha integrada como fórmula más sostenible para el control de plagas entre sus cultivos y los de sus agricultores socios. Después, han continuado dando pasos en un camino marcado por la sostenibilidad agrícola a través de una clara apuesta por los cultivos bio hasta convertirse en una seña de identidad de esta cooperativa almeriense.

En la actualidad, Coprohníjar cuenta con un catálogo de hortalizas ecológicas que ha saltado del tomate y calabacín, por el que ya eran conocidos, a ofrecer una gama engrosada con distintas tipologías de pepino, pimiento y berenjena. ‘Bio CampoNíjar’ es la marca con la que sus productos ecológicos llegan a casi 60 mercados internacionales.

De esta forma, en su dilatada andadura, esta cooperativa del Levante almeriense se ha caracterizado por ofrecer productos naturales libres de cualquier elemento perjudicial para la salud y tratados con sistemas naturales en todo su proceso de producción. Así, desde la cooperativa señalan que trabajan “con un sistema de control exhaustivo para que el cultivo ecológico sea una realidad”, desde la semilla hasta la comercialización. En esta línea, el presidente de Coprohníjar, Juan Segura, ha señalado a FHALMERÍA que son ya 150 hectáreas las que destinan a producción ecológica, especialmente de tomate. De hecho, bajo la marca ‘Bio CampoNíjar’ llegan al mercado propuestas en tomate como el cherry rojo, cherry amarillo, cherry rama, baby pera rojo, naranja y negro, tomate redondo, pera y rama. Junto estas, también comercializan, desde la campaña pasada, pimiento (en sus tres colores) pepino, calabacín y berenjena, además de alguna representación de sandía mini y melón bio.

“La producción ecológica de Coprohníjar supone alrededor del 35% del total”, matizó el presidente de la cooperativa, quien confirmó que las hortalizas bio con las que trabajan son, sobre todo, demandadas por el mercado alemán y francés “aunque el interés de los países nórdicos como Dinamarca, Noruega o Suecia también va en aumento”.

Este crecimiento exponencial de la demanda de producto orgánico ha llevado a la veterana cooperativa del Levante almeriense a poner en marcha una nueva nave de 12.000 metros cuadrados dedicada en exclusiva a la confección de producto ecológico para su comercialización. “Esta nave ha supuesto una mejora logística importante porque previamente estábamos haciendo bio en un espacio que se nos había quedado pequeño y no nos permitía físicamente afrontar toda la producción orgánica que teníamos. Gracias a este nuevo espacio se ha optimizado el trabajo y estamos muy contentos con la operatividad que nos aporta”, señaló Juan Segura.

Almudena Fernández